A mi amiga la Colo le divierte mi risa de Patán. Lo que ella quizás no tenga en cuenta es que crecer en los 80 y aprender a reirse como un perro es prácticamente la misma cosa.
Y ojo, Oso que no lo digo para hacerme la víctima ni nada que se le parezca. Sino porque es real: empezamos con los milicos, al poco tiempo la guerra de Malvinas, luego aquello de que con la democracia se come, se educa y se cura hasta llegar a los umbrales del menemismo...
Un poco mucho ¿no?
Acordate, Oso cuando prendíamos la tele y aparecía José Gómez Fuentes (el chabón de la fotito de la derecha) golpeando el escritorio y José de Zer corriendo, sin aire, tras los platos voladores.
Pappo aún tocaba con Riff, León Gieco todavía no tenía ataques de pánico y la revista Humo(r) salía puntualmente cada quince días.
Ahora, Oso, precisamente en el momento en que escribo esto sale el burrito del e mule para avisarme que se bajó "Blues de Dana".
Entonces miro el cielo, relampagueante, y le mando un guiño a Tony, mi hermano que está aquí, allí y en todas partes y me calzo los auriculares para empezar a escuchar...
La noche cae fría,
mojando en mi ciudad,
mi alma busca el día,
mis manos buscan paz,
qué larga es la agonía,
qué dificil es la salida,
de esta encrucijada
de estar y no ser nada.
Y si es que estás ahi,
gritame de una vez,
decime adonde voy,
contame como sos.
Y busco ese recuerdo,
vivencia de otros tiempos,
quizás este oculto dentro de mi cerebro.
Tal vez esté más lejos,
envuelto en mi alma,
en el mágico espejo
que refleja y que guarda,
la cura a mi dolor, es el sutil eslabón,
que une ayer y hoy.
Me cuesta tanto encontrarte
y sin embargo no te olvido
siento que tengo que buscarte,
para conocerme a mí mismo,
nostalgia de otro momento,
etapa gris de mi elemento,
lejano instante, muy lejano instante.
Pero la cosa va cambiando,
creo que va mejorando...
Y no puedo dejar de recordar que hace unos días vi en la revista Time que el único argentino entre los 25 latinos influyentes en los Estados Unidos es precisamente el autor de este blues, Gustavo Santaolalla.
Y tampoco evito el jugar con una frase conocida y decir; el 80 los prepara y el 90 se los lleva. Vaya a saber qué hará el 2000 con nosotros ¿No, Oso?
De todos modos,sigue girando en 33 rpm como un grito la voz de Santaolalla diciendo eso de... "la cura a mi dolor, es el sutil eslabón,/que une ayer y hoy".
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