Tendremos pájaros en los ojos. Será el día en que ya no soñemos con ser pájaros sino en convertirnos en vuelo. Pero la mera existencia es un tobogán demasiado empinado; nos hace ráfaga. Y es que la mera existencia es eso, simplemente, lo que nos pasa mientras no pasamos; lo que nos sucede, mientras no sucedemos; lo que nos vive, mientras no vivimos.
Las calles arden allá afuera y nosotros aquí dentro. Tragando saliva. Un astronauta gira alrededor nuestro y está tan solo allí, afuera de lo afuera, como lo puede estar cualquiera de nosotros en el afuera de este adentro.
Todo te congela aquí dentro y nosotros sin poder salir. A buscar nuestros ojos como pájaros para ver más allá del acá que nos carcome. A soñar que somos pájaros para luego convertirnos en vuelo...
Es que hay tanta historia torturada acá nomás. Hay tanta lágrima coagulada, tantas cuatro paredes de silencio, tanto grito que no escucha nadie. Tanta soledad de un ambiente, kitchinette, mancha de humedad.
Por eso es que la revolución sucederá el día en que salgamos a la calle a escribir en las paredes: encontrémonos.
lunes, noviembre 13, 2006
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1 comentario:
me gusta el vuelo de tu mente. ya lo dije en el comentario anterior :P
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